Los ciclones y los huracanes son fenómenos naturales que, aunque impresionantes, pueden causar grandes daños cuando llegan a zonas habitadas. Pero ¿cómo se forman exactamente estos poderosos sistemas atmosféricos?
Primero, ¿qué son?
Un ciclón tropical es un sistema de tormentas organizado que se forma sobre aguas cálidas del océano. Cuando estos sistemas alcanzan cierta fuerza, se les llama de diferentes maneras según la región: huracanes en el Atlántico y el Caribe, tifones en el Pacífico occidental y ciclones en el océano Índico y Pacífico sur.
¿Qué condiciones se necesitan?
Para que se forme un ciclón tropical se requieren cinco elementos principales:
1. Agua del mar muy caliente (al menos 26.5 °C en los primeros 50 metros de profundidad).
2. Aire húmedo y cálido en las capas bajas de la atmósfera.
3. Vientos que suben hacia arriba (movimiento vertical del aire).
4. Poca variación de viento en altura, para que el sistema no se rompa.
5. La fuerza de rotación de la Tierra, conocida como efecto Coriolis, que ayuda a que el sistema gire.
El proceso de formación
Todo comienza con un grupo de tormentas sobre el océano. Si las condiciones son adecuadas, el aire caliente y húmedo sube y deja espacio para que entre más aire desde abajo. Este ciclo se repite, generando nubes más altas y energía en forma de calor.
Cuando el sistema empieza a girar y organizarse, puede convertirse en una depresión tropical. Si gana fuerza, se convierte en tormenta tropical, y si los vientos superan los 119 km/h, se clasifica como huracán o ciclón tropical.
Estructura típica
Los huracanes tienen una forma circular, con bandas de lluvia alrededor de un centro llamado ojo del huracán, donde sorprendentemente el clima puede ser tranquilo. Alrededor del ojo está la pared del ojo, donde se concentran los vientos más fuertes.
¿Por qué son peligrosos?
Los ciclones tropicales pueden causar fuertes lluvias, inundaciones, vientos extremos y marejadas que elevan el nivel del mar al llegar a la costa. Por eso es vital monitorearlos y tomar precauciones con tiempo.
Siempre estar informados
Los ciclones y huracanes son el resultado de un proceso natural complejo que ocurre sobre los océanos cálidos. Aunque no se pueden evitar, entender cómo se forman ayuda a preverlos mejor y a reducir sus impactos en las zonas vulnerables.